Seminario Internacional de Tai Chi Chuan Tradicional de la Familia Yang
Las expectativas eran muchas. Sobre todo por la estatura técnica y el prestigio del visitante: nada más y nada menos que el Gran Maestro Yang Jun, genuino representante de la Familia Yang, y detentor del linaje de la misma. Cabeza del estilo de Tai Chi Chuan más practicado en el mundo entero.
Pero también por quién organizaba el seminario. Una pequeña escuela de un pequeño país de Sudamérica.
La Escuela Bambú del Este, bajo la batuta de su Director Leonardo Ratto, se iba a mandar la quijotada de traer nada más ni nada menos que al Gran Maestro Yang Jun. Habrían conseguido un local adecuado? Tendrían la infraestructura? Podrían organizar un seminario de este nivel? Tendrían los recursos humanos y materiales?
El reciente Seminario Internacional deparó varias sorpresas.
Algunos de los asistentes conocían al G.M. y otros lo veían en persona por primera vez. Pero todos en mayor o menor medida habían visto sus vídeos, habían tratado de copiar sus movimientos, se habían devanado los sesos preguntándose como se hacía para hacer tan fácil algo tan difícil.
La capacidad técnica del G.M Yang Jun no estaba en discusión, y era lo más esperable. Aún así sorprendió su agilidad, su elasticidad, su relajación, su Tai Chi.
Pero también sorprendió su simpatía, su buen humor, su capacidad didáctica y de comunicación, a pesar de las barreras idiomáticas.
Desde el punto de vista del contenido, se centró en transmitir en forma clara conceptos fundamentales, fundamentos teóricos y filosóficos, métodos de práctica, técnica, expresión de la energía, estructura corporal, etc. Principios para la práctica, y no solamente la secuencia de la forma tradicional de 103 movimientos. Eso también fue una sorpresa.
También sorprendió la convocatoria. 80 personas en el primer día de seminario, con asistencia de practicantes no sólo de Uruguay, sino también de escuelas de Argentina.
El seminario culminó con palabras de elogio de G.M. sobre la organización, sobre la capacidad de convocatoria, y sobre el nivel técnico de la mayoría de los practicantes.
Para quienes conocieron la interna de la Escuela Bambú del Este, vayan nuestras felicitaciones. Humildad, trabajo en equipo, cooperación, y un buen director de orquesta, que supo delegar.
El Seminario Internacional de Tai Chi Chuan Tradicional de la Familia Yang fue todo un éxito.
Quedan ahora el compromiso de practicar más y mejor, de transmitir los valores del Tai Chi de la Familia Yang, de difundirlos, y por qué no? Soñar con traer al Gran Maestro el año próximo.
Quedan muchos desafíos por delante: trabajo, práctica, dedicación, principios.
Porque eso es el Tai Chi.
En palabras del propio G. M. Yang Jun:
El Taichi es para la vida.
Pero también por quién organizaba el seminario. Una pequeña escuela de un pequeño país de Sudamérica.
La Escuela Bambú del Este, bajo la batuta de su Director Leonardo Ratto, se iba a mandar la quijotada de traer nada más ni nada menos que al Gran Maestro Yang Jun. Habrían conseguido un local adecuado? Tendrían la infraestructura? Podrían organizar un seminario de este nivel? Tendrían los recursos humanos y materiales?
El reciente Seminario Internacional deparó varias sorpresas.
Algunos de los asistentes conocían al G.M. y otros lo veían en persona por primera vez. Pero todos en mayor o menor medida habían visto sus vídeos, habían tratado de copiar sus movimientos, se habían devanado los sesos preguntándose como se hacía para hacer tan fácil algo tan difícil.
La capacidad técnica del G.M Yang Jun no estaba en discusión, y era lo más esperable. Aún así sorprendió su agilidad, su elasticidad, su relajación, su Tai Chi.
Pero también sorprendió su simpatía, su buen humor, su capacidad didáctica y de comunicación, a pesar de las barreras idiomáticas.
Desde el punto de vista del contenido, se centró en transmitir en forma clara conceptos fundamentales, fundamentos teóricos y filosóficos, métodos de práctica, técnica, expresión de la energía, estructura corporal, etc. Principios para la práctica, y no solamente la secuencia de la forma tradicional de 103 movimientos. Eso también fue una sorpresa.
También sorprendió la convocatoria. 80 personas en el primer día de seminario, con asistencia de practicantes no sólo de Uruguay, sino también de escuelas de Argentina.
El seminario culminó con palabras de elogio de G.M. sobre la organización, sobre la capacidad de convocatoria, y sobre el nivel técnico de la mayoría de los practicantes.
Para quienes conocieron la interna de la Escuela Bambú del Este, vayan nuestras felicitaciones. Humildad, trabajo en equipo, cooperación, y un buen director de orquesta, que supo delegar.
El Seminario Internacional de Tai Chi Chuan Tradicional de la Familia Yang fue todo un éxito.
Quedan ahora el compromiso de practicar más y mejor, de transmitir los valores del Tai Chi de la Familia Yang, de difundirlos, y por qué no? Soñar con traer al Gran Maestro el año próximo.
Quedan muchos desafíos por delante: trabajo, práctica, dedicación, principios.
Porque eso es el Tai Chi.
En palabras del propio G. M. Yang Jun:
El Taichi es para la vida.